top of page

¡Estamos de vuelta!  Testimonios de dos seminaristas tras la primera semana de clase después de la N


Los seminaristas menores vallisoletanos volvemos a las clases después de nuestras vacaciones navideñas.

La vuelta es dura y más si se trata de un internado como es en este caso.

Los seminaristas somos un grupo muy unido, por lo cual cuando uno está triste, todos los demás intentamos ayudarle y animarle para que su estancia aquí sea más amena, ya que es de domingo a viernes cuando vivimos aquí.

Ya hemos pasado una semana en el seminario y hemos vuelto a la carga con nuestros estudios, deporte, etc. Adrián Hernández (1º ESO)


Gritos y sonrisas, sollozos y lágrimas... Cada domingo por la tarde en el seminario menor es una mezcla de emociones.

El domingo pasado, con más motivo, pues volvíamos después de dos semanas en casa, las emociones eran bien distintas incluso en una misma persona: tristezas por lo que dejábamos, alegría por lo que retomábamos, pereza de volver a estudiar…

Personalmente, esta semana se me ha pasado muy rápida, pero me ha costado mucho más que la primera del curso. Sin embargo, creo que puede ser un “Adviento retrasado”: después de convertir el espíritu para preparar la venida del Emmanuel, ahora, tras los fracasos humanos y académicos del primer trimestre, recomenzamos con ánimo y esperanza, un año nuevo.

Los mayores vivimos con especial dedicación, más incluso que los estudios, la preocupación por los pequeños, para quienes queremos ser ejemplo a seguir… Pero ¡cómo cuesta!

Esperemos que en este nuevo trimestre Dios nos dé luz para saber enjugar las lágrimas de los más pequeños, los niños de la casa, para que vivan con la alegría que merece esta etapa del Seminario.

También se sigue haciendo duro no encontrar por los pasillos del Seminario la carcajada de Fernando… pero creo que la tristeza ha dejado paso en nuestros corazones al crédito de la esperanza. Álvaro Manzano (1º Bachillerato)

bottom of page